viernes, 18 de marzo de 2011

Resguarda Fimolteca de la UNAM cintas porno de los años 20 y 50

Las películas no tienen en muchos casos referencias históricas; se exhibieron en lugares clandestinos y a clientela muy selecta.

Dpa


México, D.F. Uno de los tesoros filmicos más preciados que resguarda la Filoteca de la Universidad Nacional Autonóma de México (UNAM) es una colección de películas mexicanas de cine porno mudo, filmadas entre las décadas de 1920 y 1950. Las películas, unas 30, fueron descubiertas en el sótano de un viejo cine de la ciudad de México o en mercados de antiguedades y durante varios años se mantuvieron guardadas en las bóvedas de la Filmoteca.

En la lista de cintas destacan títulos como Las muchchas, El sueño de Fray Vergazo, Las lesbianas calientes, Chema y Juana, Tortillas calientes, que se exhibieron en lugares clandestinos, burdeles o en las llamadas casas de citas, donde se eercia la prostitución a una clientela muy selecta. En muchos casos las referencias históricas sobre el material son mínimas y no aparecen datos sobre el director ni equipo de rodaje. Otras eran firmadas con seudónimos que tenían doble sentido.

El crítico de cine Rafael Aviña, que se refiere a estas películas en el libros Filmoteca de la UNAM. 50 años, recién editado, explicó en entrevista con la agencia dpa que las imágenes eran exhibidas a un público reducido y con cierto nivel de ingresos, "porque para entrada cobraban 3 pesos, cuando en los cines se pagaba uno". Aviña, que forma parte del equipo de asesores de la Filmoteca, menciona una librería, La tarjeta, que existió en el centro histórico en Ciudad de México y a la que varios investigadores señalan como un lugar camuflado donde se proyectaba este tipo de materiales con escenas de sexo explícito.

El rodje y proyección del cine porno en México coincide, en muchos casos, con el movimiento cristero en el país (1926-29), en l cual se enfrentaron en una guerra la Iglesia y el gobierno. "La efervecencia religiosa estaba en su apogeo", dijo el crítico de cine. "El hecho de que existan estas películas silentes habla de una doble moral del mexicano, de esta idea de la sexualidad clandestina, y me parece admirable que la Filmoteca las tenga bajo resguardo", dijo Aviña.


"El cine porno también es un género filmico y forma parte de la cultura popular", agregó. En su opinión, "todo el cine popular es la mayor representación de la cultura, como lo fue la historia en su momento, y el cine porno es parte de esta manifestación".

La primera y única vez que los cortometrajes porno de la Filmoteca fueron exhibidos fue en el Festival Internacional de Cine de Morelia hace unos años, en una función a media noche y bajo el anuncio de un programa de cine erótico de la Filmoteca.

"Lo que me gusta es que ahoa se les llama como lo que son, cine porno, y no cine erótico", dijo Armando Casas, director de la escuela de cine de la UNAM, el CUEC. "Son películas mudas y claro, tampoco es que se requiera de diálogos para saber que es lo que pasa en la pantalla", agregó.

La Filmoteca de la UNAM es una de las más importantes de América Latina. En medio siglo de vida ha acumulado cerca de 40 mil títulos, entre ellos la colección más completa del cine de la Revolución Mexicana, por ejemplo. Otra posesión altamente estimada por la institución universitaria, dedicada al rescate y conservación de la historia filmica de México, es el negativo original de Los olvidados, del español Luis Buñuel !900-1983), que vivió y murió en México. La película de buñuel fue declarada Memoria del Mundo por parte de la UNESCO en 2003 y la filmoteca no sólo conserva el negativo original, sino que también se ha dedicado a rescatar todo el material eliminado en su momento por los productores o el mismo director.

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